En 2008 se estrenó Crepúsculo. Yo tenía once años y recuerdo que todo el
mundo hablaba de esa película. Convencí a mis padres para ir a verla y me
gustó, la verdad, me gustó. A mis padres les pareció aburrida. Pensé que eran
padres, no entendían. Fui al colegio: comentarios negativos. La televisión:
comentarios negativos. El discurso estaba por todas partes: es una peli de niñatas.
En la televisión no parábamos de ver imágenes de niñas locas con pósters,
gritando, histéricas, obsesionadas. Salió Luna Nueva, Eclipse, Amanecer (1 y 2).
Los mismos actores acabaron hartos (véase el mismo Robert Pattinson, absteniéndose
hasta ahora de tocar el género hiper comercial para huír de la sombra de Edward Cullen). Stephenie Meyer (la autora), que acabó siendo la autora de uno de los primeros best-sellers del siglo XXI acabó también sepultada en críticas negativas. Crepúsculo era su primer libro, claro que no iba a ser perfecto. Claro que las películas tienen defectos. Claro que algunas partes son cringey…
Y claro que ha edificado la mentalidad de toda una generación. Tanto directa
como indirectamente. Por eso ahora, en el 2021, nos encontramos en un
renacimiento de la saga gracias a dos fenómenos: el primero es el estreno de Sol
de Medianoche. Que tardara tanto en publicarlo (¡13 años!) no es casualidad.
Además, hace unos años alguien filtró un borrador horrible, horripilante, súper mal escrito… Y si ya de por sí es complicado reescribir algo que consideras que has
escrito mal porque es tu primer libro y porque ‘’la buena crítica’’ te está
diciendo que está mal escrito, imagínate que se filtre tu borrador. Y en esas condiciones. Todo mal.
Como escritora (a ver, me estoy etiquetando de algo que no soy pero puedo
empatizar porque ''escribo cosas'') pues una no está satisfecha con lo que hace,
y más algo que se escribió hace más de quince años. Que las personas
cambiamos y nuestros proyectos, consecuentemente, también lo hacen. Por eso
debe haber sido un calvario para Meyer seguir escribiendo este libro, sobre todo
revisarlo después de que se filtrase.
Y no lo digo yo, lo dice ella misma en los agradecimientos del libro: ‘’This book
has been my nemesis for so many years that it’s hard to remember everyone
who helped me along the way’’. Cuando lo leí y pensé ‘’pues chica, normal que fuera tu
nemesis’’ y me supo mal. Por ella y todo el odio irracional que ha recibido durante años.
El segundo fenómeno del renacimiento de Crepúsculo es anterior a la publicación del
libro: con los memes (los benditos memes), tiktok, tumbrl, twitter y la música. Paralelamente, hace un tiempo que está apareciendo un fenómeno muy interesante
en Youtube, que son, playlists p.o.v. (point of view). Playlists para, por ejemplo, conducir
por Forks mientras la lluvia choca contra las ventanas de tu Chevy StepSide rojo.
Entonces yo me pregunto (y este es el quid de la cuestión): ¿Por qué tanto odio a
las adolescentes? Este odio es vertical, pero también horizontal: recuerdo ser yo
adolescente y odiarme por ser fan de Crepúsculo, de High School Musical. Odiar
a las fans de Justin Bieber, de One Direction ¿Por qué hacemos esto? Crepúsculo
es odiado porque le gustó a las adolescentes (niñas). Star Wars es de culto porque
le gustó a los adolescentes (niños). ¿No? Las producciones enfocadas a los hombres™ también están llenas de fallos, incongruencias, incoherencias. Pero claro, como es cosa de hombres, no pasa nada, ha envejecido mal, todos nos equivocamos, cosas. Pero, ah, ¡Stephenie Meyer es la peor escritora del mundo! (No, objetivamente no lo es. No es la
mejor, pero desde luego, tampoco la peor).
Lo bueno y lo que estoy viendo yo desde hace un tiempo es que lo reprimido y reducido a ‘’cosas de niñatas’’ resurge cuando las generaciones ascienden. Es decir, cuando las niñatas nos hacemos adultas. Ahora la bazofia que consumíamos es low culture pero guay.
Porque eso, que le guste a ‘’los adultos’’ le da más prestigio a las cosas. ¿Por qué
sino me veo bombardeada de referencias a High School Musical, Lizzie Mcguire, H2O? Bueno, lo sé, el capitalismo aprovecha todas las modas y dos de los tres ejemplos tienen un reboot que alimenta las referencias. ¿Por qué lo sonsacamos? Pues muy sencillo: nos sigue gustando (sinceramente, nunca dejó de gustarme, de 2010 pa’lante). Por la nostalgia. Nos retrotrae al pasado, al momento de ver por primera vez la película o tener el libro entre las manos, o ir a ese concierto, o estar en el coche con tu mejor amiga y cantar a grito pelado las canciones de Sharpay Evans, o grabarse bailando las canciones de Hannah Montana. Es eso. Y nos hace gracia porque no hemos dejado de ser niñatas. Pero ahora tenemos veintitantos.
MIRA MIRA, ESTO ESTÁ GUAY
Dear Stephenie Meyer de Lindsay Ellis (Video-Ensayo) Este video-essay ha inspirado la temática de hoy. Es muy interesante, breve y encima el punto de vista es de alguien que no es fan de Crepúsculo.
pov: driving through forks y a twilight comfort reading playlist. ¿Quieres conducir por Forks y que la lluvia golpee en tu ventana mientras escuchas música indiefolk-pop? Aquí tienes mis dos playlists pov favoritas ;)
¿De dónde sale el título de la Newsletter? Pues de mi obsesión musical de este
mes. ¿La artista? MARINA ¿El disco? Ancient Dreams in a Modern Land. ¿La canción? Venus Fly Trap.
Whatever you give life you will get back
Why be a wallflower when you can be a
Venus fly trap?
¿Me quieres marujear?
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